Crónica del 9 de octubre del 2004. "por un surfero y sus primeros baños".

El sábado ponientazo, ke flipe!

Dos metros, según algunos, en la mojonera. Hacía mucho aire y no podías salir sin jugártela porke akello es to piedras.
Me metí con el "Pive" un chaval de 15 años, y dentro habían muchos más.
Cuando llegué, desde la carretera pensé: dios! ke burrá de olas!! Me apresuré a dejar el coche y sacar mi tabla, estaba deseando entrar, a la par ke un poco acongojado, pero una vez dentro estaba flipando, y parecía que no era para tanto. No era para tanto... hasta ke vino una serie más grande aún, y con ella un surfer... la ola me iba a romper en los sesos y ese tío iba dispuesto a tatuarme tres killas. Intenté apartarme, cayéndome de mi tabla, y él pasó a escasos centimetros de mi jeta, en la cual se reflejaba una mezcla de expresiones entre un... <<lo siento tio>>, un... <<yo kiero hacer eso>>, y
gran cantidad de... <<a ver si pillo sitio donde no estorbe, ni me estorben, ke no e venio a mirar>> y kedé mirando hacia la orilla. De pronto, algo me levanta como catapultado y un precipicio se abre ante mí, me deja cabeza abajo, me lanza los pies por encima y comienzo a dar vueltas en la lavadora...
Y pienso, <<me pilló,>> y me digo, <<tranki ya pasará,>> pero empiezo a ponerme nervioso, y voy explicándome a mí mismo, mientras la ola bate un espumoso cóctel con mi nombre, <<no la he visto llegar, no he cogío suficiente aire, no me a dao tiempo.>> No sé dónde estoy y me empieza a faltar oxígeno. Por fín ansioso, exaltado, noto el aire en mi cara y recuerdo, <<ahora viene la tercera,>> y en efecto , pero no, no venía, me dí la vuelta y ya estaba ahí! casi no me da tiempo a coger aire y me sumerjo intentando pasarla por debajo, pero no me da tiempo a nadar hacia el fondo y me arrastra hacia fuera en una nueva avalancha de espuma. Ya batido al punto de nieve pienso: <<debo estar casi en la orilla, dónde estarán las rocas¿?, me van a partir la tabla y la cabeza, entre éstas y los erizos me van a arrancar la piel.>> Pero no, al fín consigo salir y me viene a la mente <<¿cómo será el tamaño de la siguiente?,>> me doy la vuelta y la veo venir. Ésta hace ya rato ke rompió, pero viene aún bastante espuma, revolucionada, amenazante, diciéndome...
- ¡ke pollas haces akí capuyo! ¡fuera de mi playa!
- ¡hoy no es día para principiantes!
Exhausto, no consigo dejar de jadear como un perro, no puedo contener la respiración, falta oxígeno por toda mi sangre, y sin apenas un suspiro de aire en los pulmones pruebo a sumergirme de nuevo, pero no me kedan fuerzas, no consigo mas ke zambullir la cara y me coge con toda su rabia... no me keda aire, nada, cero oxígeno y estoy deskiciado, sicótico, neurascénico, sólo pienso ya en ke la espuma me sake hasta la orilla lo antes posible y se me ocurre, <<estoy bastante más afuera y aunke sean mas pekeñas, akí llegan todas rotas,>> y emergiendo, aturdido, miro hacia trás y observo como se acercan varios caballones de espuma... no son tan grandes pero vienen muy seguidos y yo no puedo más. La tabla tira de mi pie, arrastrada por la corriente y la diviso hundida frente a mí, consigo agarrarla con firmeza, y ponerla cruzada de forma ke la espuma choca contra ella y me empuja hacia la orilla, ahora me da igual ke se parta, es mi salvación; Encogiendo los brazos, intentando llevármela al pecho, consigo asomarme al frente de la espuma, conteniendo la respiración, esta vez, para no perder la fuerza por la boca, y por fín después de dos, o kizá tres empujones, logro hacer pie y voy saliendo del agua. Pero miro hacia trás y pienso: <<por el pico no vuelvo a entrar, estoy reventao, no podría aguantar algo así otra vez>> y descubro ke más al centro de la playa se levanta otra rompiente pero mucho más fofa aunke igualmente grande y entro de nuevo todo decidido. Pero no llego, no llego, estoy matao. De repente me vienen varias olas enormes, muy desordenadas y me agobio, no se pueden coger, estoy solo, demasiado cansado para coger ninguna, es más, parece ke no puedo ni salir hacia la orilla. La corriente me arrastra hacia dentro, o eso creo, aunke ya
no sé si es por el mareo ke me provoca la fatiga, el miedo a ke otra serie me pille desprevenido o ambas. Y no quiero volver al otro pico, la verdad, ya ni veo, ni pienso con claridad, debería salir y descansar. E akí mi dilema cuando algo resbaladizo y mazizo choca contra los dedos de mi mano derecha, desconfiado giro rápidamente mi cabeza para descubrir lo ke ya imaginaba, ke es una medusa, además nunca he visto una tan fea como esa hijaputa y para colmo se a metido bajo la tabla y no consigo localizarla, ahora sí, se acabo el dilema, así ke empiezo a remar hacia la orilla; con un esfuerzo sobre humano y consigo llegar en breve, no me lo creo <<¡¡ya estoy de pie!!>>, el agua me cubre por las rodillas pero voy haciendo eses debido al cansancio, y las babas de las olas me zarandean de un lado a otro como un pelele. Finalmente me hacen perder el ekilibrio y me obligan a apoyar la mano en el suelo topándome previsiblemente, vista mi suerte, con un indeseado erizo del ke me llevé varias puas, y algunos cortes y magulladuras gracias tambien a la irregularidad rocosa del terreno.
Una vez fuera, bastante desalentado, sólo pienso, <<ésto no es para mí>>, así ke me dirijo hacia mi novia ke esperaba sentada dibujando un precioso paisaje de la mojonera sin percatarse de nada, y la contemplo mientras comienzo a relatarle resumidamente mi experiencia. Me giro y miro al pico: allí la peña está en lo suyo, y no se ha quedado tampoco con el rollo, claro, y ahora sé porké...
<<"no te despites cuando acecha el peligro">> osease, ke no pierdas de vista el pico capuyo. Ahora el dilema es, si vuelvo a entrar o no, pero estoy reventao y pa ke mentirnos, acojonao. Sé perfectamente ke no son condiciones para entrar denuevo, por mu picao ke esté uno.
Así, mirando al mar pienso: <<me has ganao, y me jode.>>
Ya de camino a casa voy meditando:<< Esto me gusta y no kiero dejarlo.... ay olas más pekeñas y aún tengo mucho ke aprender... lo he pasado en grande este verano, acaso tengo ke ser kelly para poder disfrutar del surf....¿? al mar no le puedes ganar pero si lo respetas y entrenas kizá te deje dar una vuelta sobre su lomo, jajajajaja, tíos.....

nos vemos mañana en el pico.>>

Cerrar Ventana.

Poema.

Como vas a saber lo que es el placer, si nunca corriste un día soleado olas de tu tamaño ideal.
Como vas a saber lo que es el cariño, si jamás acariciaste la tabla sin darte cuenta, cuando mirabas las olas antes de entrar al mar.
Como vas a saber lo que es el dolor, si jamás te cortaste todo con un coral.
Como vas a saber lo que es la poesía si jamás viste la caída del sol desde adentro del mar esperando la última ola.
Como vas a saber lo que es la humillación, si jamás un local te robo una ola perfecta.
Como vas a saber lo que es la plenitud, si jamás pegaste un tubo.
Como vas a saber lo que es el pánico, si jamás te agarro un espumón, te revolcó y pensaste que no salías nunca.
Como vas a saber lo que es morir un poco, si sabías que te alejabas de la playa por unos meses.
Como vas a saber lo que es el insomnio, si jamás te despertaste esperando que entre el swell y todavía no había amanecido.
Como vas a saber lo que es el sacrificio, si jamás remaste por una hora para poder entrar.
Como vas a saber lo que es el valor, si jamás trabajaste unos meses para poder comprarte tu tabla.
Como vas a saber lo que es la preocupación, si jamás se te corto la pita y fuiste a buscar tu tabla a las rocas.
Como vas a saber lo que es el perdón, si jamás le dijiste “esta todo bien” al rookie que te paso por arriba.
Como vas a saber lo que es la soledad, si jamás viajaste solo para correr esas olas que siempre soñaste.
Como vas a saber lo que es la decepción, si jamás en tus vacaciones el mar estubo flat por una semana.
Como vas a saber lo que es la amistad, si jamás surfeaste con amigos.
Como vas a saber lo que es la vida, si nunca, jamás, surfeaste...

Cerrar Ventana.